Aviso

Por algunas semanas o días vamos a dejar de actualizar el blog (durante las vacaciones). Muy pronto estaremos de vuelta haciendo algo mucho mas completo y no solo con ratings o cine.

LA CARTA DE APTRA

miércoles, 16 de mayo de 2007


Debido a la gran polémica que desataron las ternas a los premios Martín Fierro, APTRA hizo pública esta carta en la entrega de diplomas.
Personalmente, cada año APTRA deja mas que desear, tratan de defender lo indefendible con argumentos baratos y poco creíbles.
Esta es la carta:



Se armó un alboroto tremendo. A alguien se le ocurrió decir que APTRA había expurgado de su Ayuda-Memoria los programas que responden a la categoría Cultural y un coro de periodistas en el que se alternaron reputados columnistas y quienes hacen del chimento una virtud teologal, salieron a clamar a los cielos por lo que consideraban poco menos que un asesinato a la cultura. De oídas, no más, porque ninguno de ellos trató de averiguar lo que había sucedido. O sea la negación del periodismo honestamente realizado. No hubo un solo llamado telefónico a la sede de APTRA de parte de los espantados periodistas inquiriendo alguna explicación sobre las razones que pudieron haber motivado tamaña decisión. Con el tiempo las diatribas radiales y televisivas y las frases punzantes en la prensa gráfica, colgarán en las paredes de las redacción como recordatorio jocoso de una más de las “metidas de pata” que conforman el historial de los bloopers periodísticos. De haber querido averiguar, los “defensores de la cultura” se hubiesen enterado que el rubro Cultural no fue eliminado sino que se fusionó con el de Interés General/Cultural/Musical, que distintas categorías suelen ser momentáneamente eliminada, mientras aparecen otras nuevas que responden a una mecánica de la entidad en consonancia con la dinámica que imponen a la programación las distintas televisoras. Se hubiesen enterado igualmente que hace dos años, en la entrega correspondiente a la producción 2004 había ocurrido algo similar con el rubro cultural y en ese entonces todo transcurrió con entera normalidad. Sucede –hay que señalarlo- que en estos últimos años el Martín Fierro recuperó su prestigio. Que en la actualidad es anhelado y codiciado por todos aquellos integrantes de la colonia artística que desarrollan sus habilidades en los terrenos de la radiofonía y la televisión. Resultaba seductor, por tanto, salir a despotricar, aunque fuese sin el menor fundamento, en oportunidades camaleonicamente. Era como “mojarle la oreja” a un mayor. Pero lo que deseaban pintar negro resultó blanco. Como en los enredos que transcurren en las sátiras de Moliere y las comedias de Shakespeare, donde sobre el final los timadores resultan timados. Tampoco es posible que ciertos conductores de programas haciendo gala de una soberbia autosuficiente, desistan de participar tras haber sido nominados porque desean elegir a quienes conforman la terna que les compete. Vale la pena recordar que quienes apuntaron hacia APTRA infundadamente, miraron hacia un costado o se hicieron los desentendidos cuando aspectos culturales importantes como los cierres, demoliciones o cambios de rubros impactaron sobre salas teatrales; cuando ciclos radiales o televisivos fueron levantados, amputados o maltratados en horarios y continuidad; cuando se levantaron importantes columnas en la prensa gráfica o cuando la sede de la Comedia Nacional, podría decirse el grupo teatral de bandera, continúa cerrada, envuelta en un conflicto todavía sin final. O la carencia de ficción en los canales que reduce la fuente de trabajo a quienes hacen de la interpretación su profesión. Eluden enfrentarse con quienes consideran centros de poder y se ensañan con APTRA porque la imaginan un contendiente débil. Están equivocados ya que dichos comportamientos los despoja de toda autoridad moral para erigirse en jueces.


Comisión directiva